Los lusitanos, campeones en 1989 y 1991, vencieron 2-0 a Francia, mientras que los verdeamarillos, que van por su quinta corona, se impusieron ante México por el mismo marcador.
El sábado doblete en El Campín, desde las 5:00 p.m.
Pasaron 34 años para que Brasil cobrara revancha por una dolorosa derrota, la que sufrió en la definición por penaltis ante México en la semifinal del primer Mundial Sub-20, el de Túnez 1977.
Anoche, en el estadio Hernán Ramírez Villegas, los verdeamarillos le ganaron 2-0 a la selección manita y obtuvieron el derecho a disputar, el sábado, su quinta corona de la categoría.
Lo harán frente a los portugueses, quienes sorpresivamente se impusieron sin problemas a Francia, en Medellín.
Sin embargo, Brasil sufrió. Ganó porque su camiseta pesa y porque cuando no funciona colectivamente, tiene individualidades que desequilibran, como Henrique, quien marcó los dos goles y de paso se convirtió en el máximo artillero del torneo, con cinco anotaciones.
La final entre Brasil y Portugal será la misma de la edición de 1991, cuando los lusitanos hicieron respetar la casa y se impusieron en la definición por penaltis.
También representa el duelo entre la mejor delantera del campeonato, la de los suramericanos con 15 tantos, y la única defensa que no ha sido vulnerada, la de los europeos.
“Vamos por el título con mucha confianza, con mucha fe. Dejamos en el camino a un rival que nos hizo ver mal y que luchó mucho. No jugamos bien, pero tuvimos jerarquía para pegar en el momento justo”, señaló Ney Franco, técnico brasileño.
“Nos preocupa Portugal, es un equipo que se para muy bien atrás y sabe contragolpear. Tomaremos precauciones, pero está claro que vamos a salir a buscar el triunfo. En Brasil eso es lo único que sirve”, agregó el estratega, que cambió la historia del partido al mandar a la cancha a los veloces y habilidosos delanteros Dudú y Negueba, quienes desequilibraron la férrea defensa manita.
En la primera semifinal, Portugal venció a Francia 2-0, en el estadio Atanasio Girardot de Medellín. Los goles lusos llegaron mediante un soberbio frentazo de Danilo, a los nueve minutos, y luego a los 40 por obra del atacante Nelson Oliveira, de penalti.
Los portugueses, una de las sorpresas de este torneo, podrían lograr su tercer título mundial en la categoría, después de haberse coronado en las ediciones de 1989 y 1991.
El arquero Michael Domingues, Mika, impuso un nuevo récord de imbatibilidad en los Mundiales Sub-20 al superar el registro del chileno Christopher Toselli (492) y acumular 570 minutos invicto, según estadísticas de la Fifa.
El arco lusitano permanece invicto desde que comenzó el torneo, no ha recibido goles durante seis partidos completos y la prórroga del juego ante Argentina, que se definió por penaltis.
Rumbo a la final, Portugal logró dos empates y cuatro victorias. Debutó con un 0-0 ante Uruguay. Después le ganó por la mínima diferencia a Camerún y Nueva Zelanda en la fase de grupos.
Se deshizo con dificultad de Guatemala, a la que también derrotó 1-0, y en cuartos dejó en el camino a Argentina, en la tanda desde los 12 metros.
Su entrenador, Ilidio Vale, señaló al final del partido que “fuimos muy solidarios esta noche, un equipo con gran corazón, que salió como justo vencedor y luchó para ganar ante un gran rival que puso empeño en evitar su derrota y dejó todo en la cancha”.
Con respecto a la posibilidad de levantar la tercera Copa Mundo de la historia de su país, señaló: “Ahora, 20 años después de esa grandiosa generación, queremos hacer nuestra propia historia. Es una coincidencia de la que estamos satisfechos, pero superar a Brasil, que ha hecho un gran torneo, no será una tarea fácil”.
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