"Me saqué una mochila de la espalda". La sensación de Emanuel Ginóbili es la de toda la Selección: que ante Puerto Rico se jugó una final. Se ganó y el boleto a Londres 2012 ya está en el bolsillo. Pero ahora se viene otra final. Nada menos que ante Brasil, que de la mano de Rubén Magnano también llega clasificado. El incentivo, además de lo que siempre significa enfrentar a Brasil, es aquella derrota que le propinó en la segunda fase del torneo. Esta noche (a las 21) ya no es a todo o nada. Aunque, como dijo anoche Julio Lamas, "no es lo mismo clasificado, que campeón".
Con la misma mentalidad ganadora que a lo largo de todo el torneo afrontará el encuentro Argentina, que al duelo llegará con un hombre menos: esta vez Andrés Nocioni, que para jugar en semis hizo todo y un poco más, no estará en cancha. "Ahora sí tengo 11 jugadores", explicó Lamas.
Del lado brasileño, la alegría por la clasificación no sació la voracidad que parece haberles inculcado Rubén Magnano a sus jugadores. "Queremos volvernos con el título", aseguró Marcelo Huertas, base y figura de este equipo en el torneo.
Antes del clásico sudamericano, República Dominicana y Puerto Rico jugarán desde las 19.15, por el honor que siempre implica reponerse a una derrota de semis y alcanzar el tercer puesto.
CLARIN - ARGENTINA
